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El puñetero caso de Phineas Gage

Phineas Gage
CC BY-SA Henry Jacob Bigelow:Ratiu et al.


Phineas Gage estaba trabajando en la construcción de una línea de ferrocarril cuando tuvo un accidente al manejar explosivos. Una barra de hierro le atravesó el cráneo, afectando al lóbulo frontal. Se describía como una persona amable y de buen humor, pero su carácter cambió completamente tras el accidente.
Muchos habrán oído o leído esta historia, que se suele poner como ejemplo para explicar la influencia del área frontal (o incluso la determinación más absoluta) en el carácter y personalidad de una persona. Algunas versiones añaden que se divorció de su mujer, y que tuvo dificultades para encontrar trabajo.

Algunos habrán comprendido ya el por qué del título, llegándose a preguntar incluso por la naturaleza de esta publicación, y es muy sencilla: vaya a donde vaya, se sigue utilizando de ejemplo. Los lectores más despistados seguid leyendo (seguro que queréis tener algún arma arrojadiza para el profesor de turno).

En diversas ocasiones se ha vuelto a recurrir a este caso (Damasio, H. et al., 1994; Wagar, B. M. et al, 2004) para investigar las áreas afectadas en la lesión cerebral que causaron los cambios profundos en la personalidad del trabajador. Cabe destacar además que el cerebro no se estudió ni se conservó, estos estudios se realizan sobre su cráneo, con mediciones o simulaciones entre otras técnicas.

John M Harlow
John Martyn Harlow, MD 1829-1907
En un artículo escrito por Macmillan (2000) se estudió una muestra de la literatura sobre Phineas Gage y se encontró que prácticamente el 60% de los manuales introductorios de psicología aparecía relatado su caso, y con grandes errores e imprecisiones, entre los cuales estaba la atribución de cambios conductuales procedentes de otros casos en los que la parte frontal del cerebro también había resultado dañada.

Para destacar estos y otros errores, se revisó la descripción de Gage que realiza el doctor Harlow en 1848 y 1868 antes del accidente, quien le adjudicaba adjetivos como 'enérgico', 'activo' o 'fuerte'. Posteriormente, autores que no le conocieron en vida (p. ej. Suinn, R. M., 1970), cambiarían estos adjetivos a 'amistoso', 'afable' o 'considerado' entre otros. El relato se hace aún más exagerado si con estos cambios se procede a leer los descritos después del accidente, en los que Harlow sólo menciona, después de su recuperación física total, problemas en “el balance entre sus facultades intelectuales y las tendencias animales”. Algunos redujeron esto a impulsos de carácter sexual, irascibilidad... Pero parecen ser sólo interpretaciones de lo escrito por Harlow.

Aparentemente uno de los factores que habría ayudado a la generación del mito, era el difícil acceso a los documentos de Harlow, cuya dirección tampoco era muy bien conocida.

Respecto a sus dificultades para encontrar trabajo, no es fácil sacar esa conclusión de una lectura de los escritos del doctor, quien sólo describía los períodos de reposo debido a convulsiones y mencionaba que tenía trabajos variados, en los que durante un período, cambiaba con frecuencia.

Como habréis podido comprobar, el caso de Phineas Gage podría no ser un buen ejemplo para atribuir causalidad al área frontal de la personalidad o el carácter. Pero si queréis otra razón más, quizás bastaría con ver una foto de la persona en cuestión después del accidente, y preguntarse si cabe la posibilidad de que hubiera algún factor más para un posible cambio en la conducta, si es que alguna vez hubo alguno en el sentido que parecen señalar ciertos libros de texto.



Damasio, H., Grabowski, T., Frank, R., Galaburda, A. M., & Damasio, A. R. (1994). The return of Phineas Gage: clues about the brain from the skull of a famous patient. Science, 264(5162), 1102-1105.

Macmillan, M. (2000). Restoring phineas gage: a 150th retrospective. Journal of the History of the Neurosciences, 9(1), 46-66.

Suinn, R. M. (1970). Fundamentals of Behavior Pathology, 2nd ed. New York, Wiley.

Wagar, B. M., & Thagard, P. (2004). Spiking Phineas Gage: a neurocomputational theory of cognitive-affective integration in decision making. Psychological review, 111(1), 67.





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